martes, 3 de julio de 2012

Profecía Maya 2012 indica que un Tabasqueño gobernará México (AMLO de Tabasco)


Profecía Maya 2012
Un documento de 1521 que recupera las palabras de Ahuelitoc Ixcapa Calzada, “descendiente de los señores aztecas de Tacuba” y uno de los ancestros indígenas de Ignacio Ramírez, es el que parece haber provocado mayor escozor. Cuenta Arellano que el sacerdote mexica iba en la comitiva de Cuauhtémoc que llegó hasta Hibueras, donde fueron sacrificados:
“El libro fue casi prohibido y sólo con el apoyo de Planeta lo pudimos sacar, porque en la página 153 viene una profecía que impactó tanto al INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), a las instituciones culturales, como a varios estudiosos; me dijeron que era una tradición oral conocida en los pueblos indígenas y que yo no tenía derecho a divulgarla porque ellos lo iban a hacer en su oportunidad.”



La tradición relata que cuando agonizaba Ahuelitoc Calzada, maldijo a Hernán Cortés. Le dijo que sus restos (que hoy se encuentran en la iglesia de Jesús Nazareno, en el Centro Histórico de la Ciudad de México) jamás encontrarían reposo en México ni en ningún otro lugar, “y ojalá algún día los expulse el pueblo mexicano porque es el gachupín más nefasto que ha existido en México”, agrega Arellano. Ixcapa dijo a Cortés:
“Así como había una profecía de tu llegada, hay también una profecía de tu caída entre nuestro pueblo y será al terminar esta era, en 2012. Venus anunciará tu final y todos los indígenas que masacraste nos vengarán. Nunca disfrutarás de tus conquistas o de lo que nos robaste y jamás encontrarás reposo en estas tierras...." y el gobernante que te expulse de nuestro reino llegará a ser el monarca más querido de esa nueva era de esplendor ".... Tus restos desaparecerán en llamas, como con las que atormentaste a nuestro gran Tlatoani.”
Y en seguida la profecía temida:
De estas tierras en el sur del imperio, en donde nos encontramos y en donde murió nuestro señor Cuauhtémoc, nacerá y llegará el primer gobernante de la nueva era, y la gran tortuga de su tierra natal lo profetizará: Ipiltzin-ayutl-tepetl.”
Aunque se considera que Hibueras es hoy territorio de Honduras, Arellano dice que es Tabasco, y que la tortuga es una escultura del sitio arqueológico Tortuguero (donde se encontró la estela que señala al 21 de diciembre de 2012 como el inicio de un nuevo ciclo en el calendario maya), localizado en el municipio de Macuspana.
sólo uno de los candidatos a la presidencia de la República es de Tabasco (Andrés Manuel López Obrador, quien nació precisamente en Macuspana), “y esa es la única zona arqueológica con ese nombre, por eso mucha gente está inquietándose con esta profecía… será cierta o falsa, lo dejamos a criterio de cada persona, pero es importante que conozcan lo que está pasando en México para que tomen conciencia.

lunes, 2 de julio de 2012

Moises Él Libertador, la Historia del amor y Las Diez Plagas



MOISÉS

  • La historia de Moisés es una de las más famosas de la Biblia.
  • Moisés era el hombre quien dios usó para sacar Su pueblo de la esclavitud en Egipto.
  • Moisés alzó su vara y el Mar Rojo se partió.
  • Moisés era el hombre que tuvo un encuentro con Dios en el monte de Sinaí y recibió los Diez Mandamientos.
  • Moisés era el hombre quien Dios usó para guiar Su pueblo por el desierto a la "Tierra Prometita".
  • Cuando Dios necesita que se haga algo, frecuentemente emplea a hombre para hacerlo. Si Dios necesite hacer algo hoy día, quizas use a Ud.
  • El éxito de Moisés no tuvo nada que ver con su propia sabiduría y fuerza. Su éxito provino del poder de Dios.
  • Su éxito de Ud. también podría provenir de Dios.
 Los hijos de Israel se mudaron a Egipto para escapar de una escasez de alimentos tremenda. José, uno de los hijos de Israel, era un gran líder en Egipto. Mientras José (José el soñador, "Genesis ..la biblia) vivía, los hijos de Israel estaban respetados y tratados con bondad.
No obstante, cuando José murió, su pueblo llegó a ser víctimas de discriminación. De hecho, llegaron a ser esclavos. Es interesante notar que todas las naciones que han esclavizado a otros, han llegado a tener miedo de ellos. Así que, los eqipcios llegaron a temer a los hijos de Israel, que también se llaman hebreos. Temían que los hijos de los hebreos salieran de la niñez y formaron un ejército revolucionario. Por tanto, se decidieron matar a todos los niños recién nacidos.
Aproximadamente en estos días, Moisés nació. Sus padres no tenían miedo del mandamiento del rey, y escondieron al niño Moisés por tres meses. Cuando ya no había seguridad en tenerlo en la casa, concibieron un plan audaz. Hicieron una arquilla de juncos y la pusieron con el niñito Moisés adentro, en el río. Su hermana, María, miro de lejos para ver lo que le acontecería.
Lo pusieron a Moisés en el río donde la hija del Faraón venía para bañarse. Cuandovio al niñito, se decidió a adoptarlo y criarlo como su pripio hijo. María se fue a la Princesa y le preguntó si quería una nodriza que le creara al niño. En esta manera, pues, la mamá de Moisés recibió pago por criar a su propio niño. Moisés fue criado como el hijo de la hija de Faraón. Así que, tuvo la oportunidad de ser capacitado en toda la sabiduría y los conocimientos de los egipcios. También tenía contacto con su mamá, y ella podía enseñarle acerca del único Dios verdadero.
Cuando Moisés llegó a ser un hombre, vio a un egipcio que golpeaba a uno de sus hermanos hebreos. Moisés mató al egipcio, porque pensó que sus hermanos entendieran que Dios lo estaba llamando para ser su libertador. No entendieron. Moisés pensaba que él llegaría a ser un líder revolucionario, pero fue un fracaso. Había matado a un egipcio y tuvo que huirse del país para evitar que etuviera encarcelado.
Durante los 40 años siguientes, Moisés vivía en la tierra de Madián. Moisés no hizo nada de importancia durante este entero período de tiempo, sin embargo éstos no eran años desperdiciados. Eran muy importantes. Alguien ha observado que Dios cria cosas de la nada. Así que, cuando Dios quería hacerle de Moisés un gran líder, lo redujo a la nada.
La Biblia enseña que los pastores eran una abominación a los egipcios. (Génesis 46:34) Por eso, Dios hizo de Moisés un pastor. Moisés, que había sido un príncipe poderoso y bien educado en Egipto, pasó cuarenta años como pastor. Moisés había sido una vez poderoso en palabras y hechos en Egipto, )Hechos 7:22) Ahora no era nada. Aún se había olvidado de hablar con facilidad el idioma egipcio.
Entonces, en aquel momento Dios llamó a Moisés. Dios le habló de una zarza ardiente. Le dijo que guitara su calzado, porque el lugar en que el estdaba, era tierra santa. Cuando nos vamos a trabajar, nos ponemos los zapatos. Ahora, Dios iba a trabajar en la vida de Moisés.
Dios iba a liberar Su pueblo de la esclavitud egipcia, y se decidió trabajar por medio de Moisés para cumplir la tarea. Nuevamente, es importante recordar que el éxito de Moisés era el resultado directo del poder de Dios.
Por supuesto, el Faraón de Egipto no quería libertar sus esclavos. Tuvo que ser obligado a libertarlos. Dios dio a Moisés el poder de hacer diez gran milagros. Cada milagro trajo desastre sobre los egipcios. Estos milagros se llaman las Diez Plagas.
La última plaga era la de la muerte. Moisés advirtió al Faraón que sí no libertara el pueblo de Dios, el primogénito de todos los hombres y bestias muriera. Dios dijo a Su pueblo cómo evitar esta plaga. En un día especial, matarían a un cordero, y pondrían su sangre en los dos postes de la puerta de sus casas. Cuando el Señor viera estda sangre, El "pasará por encima" de esta casa. El pueblo hebrdeo, hasta hoy día, celebra este gran acontecimiento por observar la "Pascua de Jehová".
Moisés era un hombre importante, pero sólo era importante porque Dios lo usó. Dios lo inspiró a escribir los primeros cinco libros de la Biblia. Dios le dio la habilidad de libertar a los hijos de Israel. Recuérdese que Moisés era uno de los hijos de Israel, también. Esa era su familia y sus amigos. Esta histgoria se encuentra en el libro de Éxodo. Espero que algún día Ud. lea la historia entera directamente de la Biblia.
Por favor tome Ud. algunos momentos para pensar en su propia familia y sus amigos. Quizás ellos, también, necesiten la liberación. Sabemos que Dios no quiero que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Quizás Dios trabaje por medio de Ud., como lo hizo por medio de Moisés.

La narración aparece en el segundo libro del Pentateuco, el Éxodo (en hebreo Shemot). Este libro describe como Moisés y Aarónaperciben al faraón que, de no liberar a su pueblo, Dios les castigaría, de manera sucesiva, con diez grandes males que caerían sobre Egipto. Conforme al relato, sólo después de los enormes padecimientos, el faraón autorizó que los israelitas abandonaran Egipto.


  1. La Plaga de Sangre 7:14-24
  2. La Plaga de Ranas 8:1-15
  3. La Plaga de Piojos 8:16-19
  4. La Plaga de Moscas 8:20-32
  5. La Plaga en el ganado 9:17
  6. La Plaga de Granizo 9:8-12
  7. La Plaga de úlcera 9:13:35
  8. La Plaga de Langostas 10:1-20
  9. La Plaga de tenieblas 10:21-29
10. La Plaga de los muerte de los primogénitos 11:1-1

Éxodo 7:14-11:10 Las diez plagas:

1. La Plaga de Sangre

14
Entonces Jehovah dijo a Moisés: --El Corazón del Faraón se ha endurecido, y Rehúsa dejar ir al pueblo.
15
Vé por la mañana al Faraón, cuando él salga al Río. Ponte frente a él a la orilla del Nilo. Toma en tu mano la vara que se Transformó en serpiente,
16
y dile: "Jehovah, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti para decirte: 'Deja ir a mi pueblo para que me sirva en el desierto.' Pero he Aquí que hasta ahora no has querido escuchar.
17
Así ha dicho Jehovah: 'En esto Conocerás que yo soy Jehovah'; he Aquí, con la vara que tengo en mi mano golpearé las aguas del Nilo, y éstas se Convertirán en sangre.
18
Los peces que hay en el Nilo Morirán. El Nilo Apestará, y los egipcios Tendrán asco de beber agua del Nilo."
19
Jehovah dijo también a Moisés: --Di a Aarón: "Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus Ríos, sobre sus canales, sobre sus estanques y sobre todos sus Depósitos de agua; y ellas se Convertirán en sangre." Habrá sangre en toda la tierra de Egipto, hasta en los baldes de madera y en las vasijas de piedra.
20
Moisés y Aarón hicieron como les Mandó Jehovah. Alzó la vara y Golpeó las aguas del Nilo en presencia del Faraón y de sus servidores, y todas las aguas del Nilo se convirtieron en sangre.
21
Los peces que Había en el Nilo murieron. Y el Nilo apestaba, de modo que los egipcios no Podían beber de él. Hubo sangre en toda la tierra de Egipto.
22
Pero los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos. Y el Corazón del Faraón se Endureció, y no los Escuchó, tal como Jehovah lo Había dicho.
23
Después se Volvió el Faraón y Entró en su casa, y no quiso prestar Más Atención al asunto.
24
Y todos los egipcios hicieron pozos alrededor del Nilo para beber, porque no Podían beber las aguas del Nilo.

2. La Plaga de ranas

25
Pasaron siete Días después que Jehovah Golpeó el Nilo.

Éxodo 8

1
Entonces Jehovah dijo a Moisés: --Vé al Faraón y dile que Jehovah ha dicho Así: "Deja ir a mi pueblo para que me sirva.
2
Y si Rehúsas dejarlo ir, he Aquí yo castigaré todo tu territorio con una plaga de ranas.
3
El Nilo se Llenará de ranas, las cuales Subirán y Entrarán en tu casa y en tu dormitorio, y sobre tu cama. Entrarán en las casas de tus servidores y de tu pueblo. Entrarán en tus hornos y en tus artesas de amasar.
4
Las ranas Subirán sobre ti, sobre tu pueblo y sobre todos tus servidores."
5
--Jehovah dijo también a Moisés--: Di a Aarón: "Extiende tu mano con tu vara sobre los Ríos, sobre los canales y sobre los estanques; y haz subir ranas sobre la tierra de Egipto."
6
Entonces Aarón Extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto.
7
Pero los magos hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron subir ranas sobre la tierra de Egipto.
8
Entonces el Faraón Llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: --Rogad a Jehovah para que quite las ranas de Mí y de mi pueblo, y dejaré ir al pueblo para que ofrezca sacrificios a Jehovah.
9
Y Moisés dijo al Faraón: --Dígnate indicarme Cuándo he de rogar por ti, por tus servidores y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y solamente queden en el Nilo.
10
Y él dijo: --Mañana. Y Moisés Respondió: --Se Hará conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay otro como Jehovah nuestro Dios.
11
Las ranas se Irán de ti, de tus casas, de tus servidores y de tu pueblo, y solamente Quedarán en el Nilo.
12
Entonces salieron Moisés y Aarón de la presencia del Faraón. Y Moisés Clamó a Jehovah por el asunto de las ranas que Había mandado sobre el Faraón.
13
Jehovah hizo conforme a la palabra de Moisés. Murieron las ranas de las casas, de los patios y de los campos.
14
Las juntaron en muchos montones, y la tierra apestaba.
15
Pero viendo el Faraón que le Habían dado alivio, Endureció su Corazón y no los Escuchó, tal como Jehovah lo Había dicho.

3. La Plaga de piojos

16
Entonces Jehovah dijo a Moisés: --Di a Aarón: "Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra para que se convierta en piojos en toda la tierra de Egipto."
17
Ellos lo hicieron Así. Aarón Extendió su mano con su vara y Golpeó el polvo de la tierra, el cual se Convirtió en piojos, tanto sobre los hombres como sobre los animales. Todo el polvo de la tierra se Convirtió en piojos, en toda la tierra de Egipto.
18
Los magos también intentaron hacer piojos con sus encantamientos, pero no pudieron. Había piojos tanto en los hombres como en los animales.
19
Entonces los magos dijeron al Faraón: --¡Esto es el dedo de Dios! Pero el Corazón del Faraón se Endureció, y no los Escuchó, tal como Jehovah lo Había dicho.

4. La Plaga de Moscas

20
Jehovah dijo a Moisés: --Levántate muy de mañana, preséntate ante el Faraón cuando él salga al Río y dile que Jehovah ha dicho Así: "Deja ir a mi pueblo para que me sirva.
21
Porque si no dejas ir a mi pueblo, he Aquí yo enviaré una nube de moscas sobre ti y sobre tus servidores, sobre tu pueblo y dentro de tus casas. Y las casas de los egipcios se Llenarán de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estén.
22
Pero el mismo Día yo excluiré la tierra de Gosén, donde habita mi pueblo, para que no vaya Allí la nube de moscas, a fin de que sepas que yo, Jehovah, estoy en medio de la tierra.
23
Yo haré Distinción entre mi pueblo y el tuyo. Mañana Tendrá lugar esta señal."
24
Jehovah lo hizo Así: Vino una densa nube de moscas sobre la casa del Faraón, sobre las casas de sus servidores, y sobre toda la tierra de Egipto. La tierra Quedó devastada a causa de ellas.
25
Entonces el Faraón Llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: --Id, ofreced sacrificios a vuestro Dios, dentro del País.
26
Moisés Respondió: --No conviene que lo hagamos Así, porque Ofreceríamos como sacrificio a Jehovah lo que es una Abominación a los egipcios. Si Sacrificáramos en presencia de los egipcios lo que para ellos es una Abominación, ¿no nos Apedrearían?
27
Iremos a tres Días de camino por el desierto y ofreceremos sacrificios a Jehovah, Según él nos diga.
28
El Faraón dijo: --Yo os dejaré ir para que Ofrezcáis sacrificios a Jehovah vuestro Dios en el desierto, con tal que no os Vayáis demasiado lejos. Rogad por Mí.
29
Respondió Moisés: --He Aquí, al salir yo de tu presencia, rogaré a Jehovah, y él Hará que mañana la nube de moscas se aparte del Faraón, de sus servidores y de su pueblo, con tal que el Faraón no se vuelva a burlar, no dejando ir al pueblo para ofrecer sacrificios a Jehovah.
30
Entonces Moisés Salió de la presencia del Faraón y Oró a Jehovah.
31
Y Jehovah hizo conforme a la palabra de Moisés y Apartó del Faraón, de sus servidores y de su pueblo la nube de moscas, sin que quedara una sola.
32
Pero el Faraón Endureció también esta vez su Corazón, y no Dejó ir al pueblo.

Éxodo 9

5. La Plaga en el ganado

1
Entonces Jehovah dijo a Moisés: --Vé al Faraón y dile que Jehovah, el Dios de los hebreos, ha dicho Así: "Deja ir a mi pueblo para que me sirva.
2
Porque si Rehúsas dejarlos ir y los sigues deteniendo,
3
he Aquí la mano de Jehovah Traerá una terrible peste sobre tu ganado que Está en el campo: caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas.
4
Pero Jehovah Hará Distinción entre el ganado de Israel y el de Egipto, de modo que no muera nada de todo lo que pertenece a los hijos de Israel."
5
--Jehovah Fijó un plazo diciendo--: Mañana Jehovah Hará esto en el País.
6
Al Día siguiente Jehovah hizo esto, y Murió todo el ganado de Egipto. Pero del ganado de los hijos de Israel no Murió ni un solo animal.
7
El Faraón Envió observadores, y he Aquí que del ganado de los hijos de Israel no Había muerto ni un solo animal. Pero el Corazón del Faraón se Endureció, y no Dejó ir al pueblo.

6. La Plaga de úlceras

8
Jehovah dijo a Moisés y a Aarón: --Tomad puñados de Hollín de un horno, y que Moisés lo esparza hacia el cielo, en presencia del Faraón.
9
Este se Convertirá en polvo sobre toda la tierra de Egipto, y Ocasionará sarpullido que Producirá úlceras, tanto en los hombres como en los animales, en toda la tierra de Egipto.
10
Tomaron, pues, el Hollín del horno y se pusieron de pie delante del Faraón. Moisés lo Esparció hacia el cielo, y éste se Convirtió en sarpullido que Producía úlceras, tanto en los hombres como en los animales.
11
Y los magos no Podían estar en presencia de Moisés por causa de las úlceras, porque los magos Tenían úlceras, como todos los egipcios.
12
Pero Jehovah Endureció el Corazón del Faraón. Y éste no los Escuchó, tal como Jehovah lo Había dicho a Moisés.

7. La Plaga de granizo

13
Entonces Jehovah dijo a Moisés: --Levántate muy de mañana, preséntate delante del Faraón y dile que Jehovah, el Dios de los hebreos, dice Así: "Deja ir a mi pueblo para que me sirva.
14
Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas sobre ti, sobre tus servidores y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra.
15
Porque hasta ahora yo Podría haber extendido mi mano para herirte a ti y a tu pueblo con una plaga tal que ya Habrías sido eliminado de la tierra.
16
Pero por esto mismo te he dejado con vida, para mostrarte mi poder y para dar a conocer mi nombre en toda la tierra.
17
¿Todavía te insolentas contra mi pueblo para no dejarlos ir?
18
He Aquí, mañana a estas horas yo haré caer granizo tan pesado, como nunca lo hubo en Egipto desde el Día en que fue fundado, hasta ahora.
19
Ordena, pues, que recojan tu ganado y todo lo que tienes en el campo, en un lugar seguro; porque el granizo Caerá sobre todo hombre o animal que se halle en el campo y que no haya sido recogido en casa, y Morirá."
20
De los servidores del Faraón, el que Temió la palabra de Jehovah hizo que sus criados y su ganado huyeran a casa.
21
Pero los que no tomaron en serio la palabra de Jehovah dejaron a sus criados y sus ganados en el campo.
22
Jehovah dijo a Moisés: --Extiende tu mano hacia el cielo para que caiga granizo sobre toda la tierra de Egipto, sobre los hombres, sobre los animales y sobre toda la hierba del campo en la tierra de Egipto.
23
Moisés Extendió su vara hacia el cielo, y Jehovah Envió truenos y granizo. El fuego se Descargó sobre la tierra, y Jehovah hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto.
24
Hubo, pues, granizo y fuego centelleante mezclado con el granizo, y era tan pesado que nunca lo hubo como aquél en toda la tierra de Egipto desde que Comenzó a ser Nación.
25
El granizo Destruyó en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, tanto los hombres como los animales. El granizo también Arruinó toda la hierba del campo y Destrozó todos los árboles del campo.
26
Sólo en la tierra de Gosén, donde habitaban los hijos de Israel, no Cayó granizo.
27
Entonces el Faraón Mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: --He pecado esta vez. Jehovah es el justo; yo y mi pueblo somos los culpables.
28
Rogad a Jehovah para que cesen los truenos de Dios y el granizo, y yo os dejaré ir, y vosotros no os detendréis Más.
29
Moisés le Respondió: --Al salir yo de la ciudad, extenderé mis manos a Jehovah, y los truenos Cesarán, y no Habrá Más granizo, para que sepas que la tierra es de Jehovah.
30
Pero yo sé que ni Tú ni tus servidores teméis Todavía la presencia de Jehovah Dios.
31
El lino y la cebada fueron destruidos, porque la cebada estaba en espiga y el lino en flor.
32
Pero el trigo y el centeno no fueron destruidos, pues eran Tardíos.
33
Después de haber salido de la presencia del Faraón y de la ciudad, Moisés Extendió sus manos a Jehovah, y cesaron los truenos y el granizo; y no Cayó Más lluvia sobre la tierra.
34
Entonces, al ver que Habían cesado la lluvia, el granizo y los truenos, el Faraón Volvió a pecar. Tanto él como sus servidores endurecieron su Corazón.
35
El Corazón del Faraón se Endureció, y no Dejó ir a los hijos de Israel, tal como Jehovah lo Había dicho por medio de Moisés.

Éxodo 10

8. La Plaga de langostas

1
Jehovah dijo a Moisés: --Vé al Faraón, porque yo he endurecido su Corazón y el Corazón de sus servidores para manifestar entre ellos estas señales Mías,
2
y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, las señales que yo hice en medio de ellos, para que Sepáis que yo soy Jehovah.
3
Entonces Moisés y Aarón fueron al Faraón y le dijeron: --Jehovah, el Dios de los hebreos, ha dicho Así: "¿Hasta Cuándo Rehusarás humillarte ante Mí? Deja ir a mi pueblo para que me sirva.
4
Si Rehúsas dejarlo ir, he Aquí mañana yo traeré la langosta a tu territorio;
5
y Cubrirá la superficie de la tierra, de modo que ésta no pueda verse. Devorará el resto de lo que ha escapado, lo que os ha quedado del granizo. Devorará también todos los árboles que crecen en el campo.
6
Y Llenará tus casas, las casas de tus servidores y las casas de todos los egipcios, como nunca vieron tus padres ni tus abuelos desde que existieron sobre la tierra, hasta el Día de hoy." Moisés dio media vuelta y Salió de la presencia del Faraón.
7
Entonces los servidores del Faraón le dijeron: --¿Hasta Cuándo ha de sernos éste una trampa? Deja ir a esos hombres para que sirvan a Jehovah su Dios. ¿Todavía no te das cuenta de que Egipto Está destruido?
8
Moisés y Aarón volvieron a ser Traídos ante el Faraón, quien les dijo: --Id y servid a Jehovah vuestro Dios. ¿Quiénes son los que han de ir?
9
Moisés Respondió: --Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros ancianos, con nuestros hijos y con nuestras hijas; hemos de ir con nuestras ovejas y con nuestras vacas, porque tendremos una fiesta de Jehovah.
10
Y él les dijo: --¡Sea Jehovah con vosotros, si yo os dejo ir a vosotros y a vuestros niños! ¡Ved Cómo vuestras malas intenciones Están a la vista!
11
¡No Será Así! Id vosotros los varones y servid a Jehovah, pues esto es lo que vosotros habéis pedido. Y los echaron de la presencia del Faraón.
12
Entonces Jehovah dijo a Moisés: --Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto, para que la langosta suba sobre la tierra de Egipto. Ella Devorará toda la hierba de la tierra y todo lo que ha dejado el granizo.
13
Moisés Extendió su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehovah trajo un viento del oriente sobre el País, todo aquel Día y toda aquella noche. Al amanecer, el viento del oriente trajo la langosta.
14
Esta Subió sobre toda la tierra de Egipto y se Posó muy densamente en todos los rincones del País. Nunca antes hubo tal plaga de langosta, ni la Habrá después.
15
Cubrieron la superficie de toda la tierra, de modo que la tierra se Oscureció. Devoraron toda la hierba de la tierra y todo el fruto de los árboles que Había dejado el granizo. En toda la tierra de Egipto no Quedó nada verde, ni en los árboles, ni en la hierba del campo.
16
Entonces el Faraón hizo llamar apresuradamente a Moisés y a Aarón, y les dijo: --He pecado contra Jehovah vuestro Dios y contra vosotros.
17
Pero perdonad, por favor, mi pecado Sólo una vez Más y rogad a Jehovah vuestro Dios para que él aparte de Mí solamente esta mortandad.
18
Moisés Salió de la presencia del Faraón y Oró a Jehovah.
19
Jehovah hizo soplar un Fortísimo viento del occidente que Llevó la langosta y la Arrojó al mar Rojo. Ni una sola langosta Quedó en todo el territorio de Egipto.
20
Pero Jehovah Endureció el Corazón del Faraón, y éste no Dejó ir a los hijos de Israel.

9. La Plaga de tinieblas

21
Jehovah dijo a Moisés: --Extiende tu mano hacia el cielo para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tinieblas que hasta puedan ser palpadas.
22
Moisés Extendió su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas por toda la tierra de Egipto, durante tres Días.
23
No se Podían ver unos a otros, ni nadie se Movió de su lugar durante tres Días. Pero todos los hijos de Israel Tenían luz en sus moradas.
24
Luego el Faraón hizo llamar a Moisés y le dijo: --Id y servid a Jehovah. Vayan también vuestros niños con vosotros. Solamente que sean dejadas vuestras ovejas y vuestras vacas.
25
Moisés Respondió: --Entonces Tú nos Tendrás que dar animales para sacrificar y ofrecer en holocausto a Jehovah nuestro Dios.
26
¡También nuestro ganado Irá con nosotros! No Quedará ni una pezuña de ellos, porque de ellos hemos de tomar para servir a Jehovah nuestro Dios. No sabemos con qué hemos de servir a Jehovah, hasta que lleguemos Allá.
27
Pero Jehovah Endureció el Corazón del Faraón, y no quiso dejarlos ir.
28
Y el Faraón dijo a Moisés: --¡Retírate de mi presencia! ¡Guárdate de volver a ver mi cara; porque el Día en que veas mi cara, Morirás!
29
Y Moisés Respondió: --Bien has dicho. ¡Jamás volveré a ver tu cara!

Éxodo 11

10. La Plaga de la muerte de los primogénito

1
Jehovah dijo a Moisés: --Traeré una sola plaga Más sobre el Faraón y sobre Egipto. Después de esto, él os Dejará ir de Aquí. Cuando os deje ir, él os Echará de Aquí por completo.
2
Habla, pues, al pueblo para que cada hombre pida a su vecino, y cada mujer a su vecina, objetos de plata y de oro.
3
Jehovah dio gracia al pueblo ante los ojos de los egipcios. El mismo Moisés era considerado como un gran hombre en la tierra de Egipto, tanto a los ojos de los servidores del Faraón, como a los ojos del pueblo.
4
Entonces dijo Moisés: --Así ha dicho Jehovah: "Como a la media noche yo pasaré por en medio de Egipto.
5
Y todo primogénito en la tierra de Egipto Morirá, desde el primogénito del Faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que Está Detrás del molino, y todo primerizo del ganado.
6
Habrá un gran clamor en toda la tierra de Egipto, como nunca lo hubo ni lo Habrá.
7
Pero entre todos los hijos de Israel, ni un perro les Ladrará, ni a los hombres ni a los animales, para que Sepáis que Jehovah hace Distinción entre los egipcios y los israelitas."
8
Entonces Vendrán a Mí todos estos tus servidores, y postrados delante de Mí Dirán: "Sal Tú, y todo el pueblo que te sigue." Y después de esto, yo saldré. Salió muy enojado de la presencia del Faraón.
9
Y Jehovah dijo a Moisés: --Faraón no os Escuchará, para que mis maravillas se multipliquen en la tierra de Egipto.
10
Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios delante del Faraón. Pero Jehovah Endureció el Corazón del Faraón, y éste no Dejó ir de su tierra a los hijos de Israel.