lunes, 31 de agosto de 2009

CIENTÍFICO CREYENTE


UN JOVEN UNIVERSITARIO Y UN ANCIANO CREYENTE


"UN POCO DE CIENCIA NOS APARTA DE DIOS Y MUCHA NOS APROXIMA"


Un señor de unos 70 años viajaba en tren y a su lado iba un joven universitario que estudiaba su libro de ciencias, mientras el anciano leía un libro de portada negra. El joven percibió que se trataba de la Biblia, abierta al Evangelio de Marcos. Sin ceremonia el muchacho interrumpió la lectura del otro y le preguntó: Señor, ¿usted todavía cree en ese libro lleno de fábulas y cuentos? Sí, mas no es un libro de cuentos, es la Palabra de Dios. ¿Estoy equivocado? Pues claro que sí. Creo que el Señor debería estudiar la Historia Universal. Desde hace más de 100 años la Revolución francesa mostró la miopía de la religión. Solamente personas sin cultura todavía creen que Dios hizo el mundo en seis días. El Señor debería conocer un poco más lo que nuestros científicos dicen de todo eso.Y . . . ¿es eso lo que nuestros científicos dicen sobre la Biblia? Bien, como tengo que bajar en la próxima estación no tengo tiempo de explicarle, pero déjeme su tarjeta con su dirección para mandarle material científico por correo.El anciano entonces con mucha paciencia le dio una tarjeta al muchacho. Éste, al leer el nombre allí impreso, salió cabizbajo, sintiéndose más pequeño que una ameba. Porque la tarjeta decía: "Profesor Doctor Louis Pasteur, Director general del Instituto de investigaciones científicas, Universidad"
Louis Pasteur dijo: “Un poco de ciencia nos aparta de Dios. Mucha, nos aproxima”. (hecho verídico ocurrido en 1892, parte de una biografía)

Louis Pasteur (27 de diciembre de 1822 - 28 de septiembre de 1895) fue un químico francés cuyos descubrimientos tuvieron enorme importancia en diversos campos de las ciencias naturales, sobre todo en la química y microbiología.
Expuso la "teoría germinal de las enfermedades infecciosas", según la cual toda enfermedad infecciosa tiene su causa"Etiología" en un germen con capacidad para propagarse entre las personas. Esta sencilla idea representa el inicio de la medicina científica, al demostrar que la enfermedad es el efecto visible (signos y síntomas) de una causa que puede ser buscada y eliminada mediante un tratamiento específico. En el caso de las enfermedades infecciosas, se debe buscar el germen causante de cada enfermedad para hallar un modo de combatirlo.
A él se le debe la tecnica conocida como pasteurización.
Por sus trabajos es considerado el pionero de la microbiología moderna, que inicia así la llamada
"Edad de Oro de la Microbiología". Murió en Francia, el 28 de septiembre de 1895.Vea aquí la biografía de este científico creyente en Dios:

domingo, 30 de agosto de 2009

EL HIJO PRODIGO (Lc 15, 11-32)



Jesús enseñaba su mensaje con PARÁBOLAS, es decir, pequeñas historias que todos pudieran entender.En este folleto queremos estudiar contigo la hermosa PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO, donde Jesús nos muestra el amor inmenso que Dios Padre tiene a sus hijos, a quienes siempre perdona y recibe con los brazos abiertos.
Iremos contándote la historia y al mismo tiempo explicándote qué significa o cómo puedes aplicar a tu vida cada parte de ella.

EL HIJO PRÓDIGO(Lc 15, 11-32)

EL HIJO MENOR SE MARCHA
Un hombre tenía dos hijos. El menor dijo a su padre: ¨Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde.¨ Y el padre les repartió la herencia. A los pocos días el hijo menor reunió todo lo suyo, se fue a un país lejano y allí gastó toda su fortuna llevando una mala vida.

Dios es tu Padre que te ama infinitamente. Vivir en la casa del Padre, es vivir al lado de Dios, amándolo, cumpliendo sus mandamientos, haciendo su voluntad. Sin embargo, Dios te hizo LIBRE y tu puedes escoger marcharte a buscar una vida según tú mas fácil, más divertida, sin reglas, sin límites,pensando que ahí serás feliz.

El país lejano es el mundo en el que se ignora todo lo que en casa se considera sagrado. Dejar la casa, es escoger vivir el PECADO.Piensa detenidamente... hay veces que tú actúas como el hijo menor: te sientes libre porque haces lo que quieres, esté bien o mal. Cada vez que te marches, piensa en el dolor que esta elección tuya traerá al corazón del Padre.

BUSCAS LA FELICIDAD DONDE NO ESTÁ
Cuando se lo había gastado todo, sobrevino una gran hambre en aquella comarca y comenzó a padecer necesidad. Se fue a servir a casa de un hombre del país, que le mandó a sus tierras a cuidar cerdos. Gustosamente hubiera llenado su estómago con las algarrobas que comían los cerdos pero nadie se las daba.

El hijo malgastó todo lo que le había dado su Padre, cayó muy bajo llegando a pasar hambre.- Cuando usas la herencia (todo lo bueno que te dio Dios) para mal, cuando vives buscando el éxito, el ser importante, el placer, el pasártela cómodo y bien... el darte gusto a ti antes que a los otros... el tener muchas cosas, el sentirte querido y aceptado por los demás ... puedes hacer lo que quieras, sin embargo .... te sientes vacío, incompleto, solo, triste, abandonado, decepcionado. Entonces descubres que en la vida egoísta y de pecado NO ESTA LA FELICIDAD VERDADERA.

SIEMPRE PUEDES VOLVER A CASA DEL PADRE
Entonces, reflexionando, dijo: ¨¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan de sobra, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me pondré en camino, volveré a casa de mi padre y le diré:¨ Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco llamarme hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros.¨ Se puso en camino y fue a casa de su padre.
- Tienes dos opciones: una, sentarte y decir:"¡ Qué malo he sido! " , otra, ser humilde y decir:"Padre, he pecado, me arrepiento, perdóname."Si, no importa lo bajo que hayas caído, siempre puedes arrepentirte, pedir perdón y volver a empezar.El sacramento de LA CONFESIÓN es el camino para volver a la casa del Padre.
¿ CÓMO ME RECIBIRÁ EL PADRE ?
Cuando aún estaba lejos, su padre lo vió y se conmovió. Fue corriendo, se echó al cuello de su hijo y lo cubrió de besos. El hijo comenzó a decir: ¨ Padre, he pecado contra el cielo y contra tí. Ya no merezco llamarme hijo tuyo.¨ Pero el padre dijo a sus criados: ¨Traed enseguida el mejor vestido y ponédselo; ponedle también un anillo en la mano y sandalias en los pies. Tomad el ternero cebado, matadlo y celebremos un banquete de fiesta, porque este hijo mío había muerto y ha vuelto a la vida, se había perdido y ha sido encontrado.¨ Y se pusieron todos a festejarlo.
- ¡ El amor que Dios te tiene a ti es el más grande amor que puede haber: es infinito, es gratuito, es misericordioso, no pide explicaciones, siempre perdona, siempre te recibe alegre con los brazos abiertos... corre, te abraza y te cubre de besos!

EL HIJO MAYOR
El hijo mayor estaba en el campo y, al volver y acercarse a la casa, oyó la música y los bailes. Llamó a uno de los criados y le preguntó qué significaba aquello. . Y éste le contestó: ¨Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el ternero cebado porque lo ha recobrado sano.¨El se enfadó y no quiso entrar y su padre salió y se puso a convencerlo. Él contestó a su padre: Hace ya muchos años que te sirvo sin desobedecer jamás tus órdenes, y nunca me diste ni un cabrito para celebrar una fiesta con mis amigos. Pero llega este hijo tuyo, que se ha gastado tu patrimonio con prostitutas, y tú le matas el ternero cebado.¨El padre le respondió: ¨Hijo, tu estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero tenemos que alegrarnos y hacer fiesta porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido encontrado.¨
- El hijo mayor sirve, obedece las órdenes del Padre, pero... no con amor desinteresado. Vive en casa del Padre, pero interiormente está lejos del Padre.- A veces en el mundo hay más hijos mayores: hombres rectos que por afuera trabajan y cumplen sus obligaciones, se ven buenos, sin embargo, interiormente llevan esta vida como una carga, esperan que todo se les admire y agradezca, están llenos de amargura, orgullo, egoísmo, resentimiento, celos y envidia.
- Estos hombres tampoco pueden encontrar la verdadera felicidad.- Reflexiona ¿ vivo yo como el hijo mayor?
¿Tengo el valor de reconocer que a veces mi buena conducta, no es tan transparente como parece? ¿Me arrepiento de esto? ¿Còmo puedo curarme si tantas veces he tratado con mis propias fuerzas de cambiar? Solo puedo ser curado desde arriba, desde Dios. Si para mí es imposible, para Dios no hay nada imposible.

EL GRAN AMOR DE DIOS
Los dos hijos necesitan el perdón de Dios, el sanar. Los dos necesitan volver a casa. Los dos necesitan el abrazo de un Padre misericordioso.El Padre nunca compara a sus dos hijos, los ama por igual. Si todos los hombres tenemos por igual el amor de Dios ¿por qué vivimos comparándonos unos con otros?- Tu felicidad verdadera proviene de saber que eres ¨HIJO¨ de Dios, que El te ama infinitamente, de una manera gratuita y que siempre tiene los brazos abiertos para recibirte de regreso.

PROPÓSITO DEL MES:
Este mes me confesaré, pediré perdón a Dios por haberme marchado de casa. Todas las mañanas diré:
¡Gracias Padre por amarme tanto!

martes, 18 de agosto de 2009

JOB UN HOMBRE JUSTO


Job era un hombre justo. Temía a Dios y todo lo hacía de acuerdo a la voluntad del Señor. Dios lo bendijo abundantemente. Tenía siete hijos y tres hijas. Sus tierras ocupaban una vasta extensión, llenas de ganados, ovejas y camellos. Sus hijos disfrutaban la vida y cada día uno de ellos daba un banquete en su casa e invitaba a todos sus hermanos. Después de que ellos comieran, Job ofrecía un sacrificio a Dios. Lo hacía porque pensaba que uno de sus hijos había pecado y maldecido a Dios en su corazón. Quería que Dios los perdonara por sus pecados. Un día, los ángeles fueron donde Dios y Satanás acudió con ellos. Dios habló a Satanás de Job. Le contó que no había un hombre sobre la Tierra tan justo como él. Evitaba el mal, estaba limpio de culpa y temía a Dios.Satanás replicó que Dios había bendecido a Job en todo y que ésa era la razón de que él temiera que Dios pudiera arrebatarle todas sus riquezas. Lo instó a quitárselo todo, y ver así como, con seguridad, lo maldecía. Dios dijo a Satanás que pusiese a Job a pruebatanto como deseara pero sin poner ni un dedo sobre él. Así, un día, mientras sus hijos e hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa del hermano mayor, un mensajero vino a Job y le dijo que la casa se había derrumbado y que todos sus hijos estaban muertos. Otro mensajero le contó que todas sus ovejas y ganados habían sido robados. Aún otro mensajero vino a contarle que todas sus cosechas estaban quemadas. Un último mensajero vino a contarle que la tribu vecina había asesinado a sus criados y robado sus camellos. Job oyó esto pero no maldijo a Dios. En la segunda prueba de Satanás, Job se cubrió de llagas de la cabeza a los pies, pero no pronunció una palabra en contra de Dios. Cuando su mujer lo incitó a maldecir a Dios y morir, le respondió que no hablase como una mujer tonta. Le preguntó si debería aceptar de Dios solamente el bien y no la tribulación. Unos cuantos días después, tres amigos de Job vinieron a su encuentro. Sabían de su pérdida pero se sorprendieron de ver el cambio operado en él. Hicieron luto por su pérdida junto a él. Cuando se cumplió el periodo de luto, le hablaron. Le dijeron que Dios había hecho que perdiese todo lo que poseía, incluyendo a sus hijos. Que aunque era justo, Dios lo había castigado. Lo incitaron a maldecir a Dios por sus desgracias. Pero Job no dijo ni hizo nada salvo elogiar al Señor. Les dijo que Dios tenía sus propios caminos y que seguramente él habría hecho algo incorrecto para ser castigado de aquel modo. Fuera lo que fuese lo que dijeran sus amigos, él siempre defendía a Dios. De hecho, fueronellos los que pecaron hablando en contra de Dios. Dios estaba muy contento con Job y también aceptó sus sacrificios y oraciones en favor de sus tres amigos. Entonces Dios bendijo a Job y le dio el doble de lo que había tenido antes. Todos sus hermanos y hermanas lo visitaron y consolaron. Cada uno de ellos le dio una moneda de oro o de plata antes de marchar. Tuvo más ganados que antes y sus tierras se extendían más allá de sus límites anteriores. De nuevo tuvo siete hijos y tres hijas, que eran las muchachas más bellas de la región y les dio una parte de sus propiedades. Vivió mucho tiempo después y vio a sus hijos y nietos hasta la cuarta generación.
De todo la biblia, el libro de Job es uno de los más difíciles para comprender. Cuando alguien quiere hablar de sufrimiento, el nombre de Job es uno comúnmente usado. Sin embargo, aunque la historia de su sufrimiento es muy bien conocido, es muy poco entendido.
¿Por qué Job, un varón tan “bueno y recto,” tenía que sufrir tanto? ¿Por qué Dios permitió que perdió todos sus bienes, todos sus niños, y hasta su propria salud? ¿Si un varón tan “bueno y recto” tenía que sufrir tanto, que esperanza hay por nosotros, quienes no somos tan buenos y rectos? ¿Qué podemos aprender de esta hermosa historia? donde Job declara el poder de Dios.
Historia de Job (EL LIBRO DE JOB EN LA BIBLIA)
APRENDAMOS MÁS DE ESTA EDIFICANTE HISTORIA.

lunes, 17 de agosto de 2009

EL SEMBRADOR


LA PARABOLA DEL SEMBRADOR


En aquel tiempo, como una numerosa muchedumbre se reunía, y que de todas las ciudades venían a Jesús, dijo en parábola: "El sembrador salió para sembrar su simiente. Y al esparcirla, una parte cayó a la orilla del camino; y fue pisoteada, y los pájaros del cielo la comieron. Y otra cayó sobre un pedregal; y luego que nació, se secó por falta de humedad. Otra cayó en medio de las espinas; y las espinas que crecieron con ella la sofocaron. Otra cayó en la buena tierra; y, cuando nació, dio fruta a ciento por uno. Dicho esto, comenzó a gritar: "Quien tenga oídos para escuchar, atienda"
Sus discípulos le preguntaron entonces lo que significaba esta parábola. Les dijo: "A vosotros, es dado conocer el misterio del Reino de Dios; a los demás, es dado en parábolas, de modo que: viendo, no vean y oyendo, no entiendan. He aquí, pues, lo que significa la parábola: La semilla es la Palabra de Dios. Los que están a orilla del camino, son los que la oyen; A continuación viene el diablo, y arranca de su corazón la Palabra para impedir que crean y estén salvados. Los que están sobre la piedra, son los que, cuando oyen, reciben la Palabra con alegría; pero aquellos no tienen raíces; creen para un tiempo y, en el tiempo de la tentación, retroceden. La semilla que cae entre las espinas, son los que oyen la divina palabra; Pero, en el camino, están sofocados por los cuidados, las riquezas, y los deleites de la vida, y no llegan a madurez. Y en la que cae en la buena tierra, son los que, oyendo la Palabra en un corazón bueno y excelente, la conservan y producen fruta en la perseverancia."
San Lucas, 8:4-15

lunes, 10 de agosto de 2009

SANSÓN

SANSÓN
EL CONSAGRADO, INFIEL, AMADO POR DIOS


Un personaje complejo De los jueces de Israel el más popular es sin duda Sansón.

Cuando se pregunta a los niños qué personajes bíblicos conocen, uno de los más nombrados es este «héroe» de gran fuerza y cabellos largos.

Esta historia nos revela al Dios de Israel, Dios que no abandona a sus elegidos, aunque le hayan sido repetidamente infieles.

El ciclo de Sansón, El Libro de los Jueces es un mosaico de distintos personajes difícilmente equiparables entre sí. En los primeros tiempos la literatura popular desarrolló una serie de narraciones épico-sacrales centradas en un personaje famoso por sus hazañas militares: Sansón, Gedeón, Débora... El conjunto de relatos en torno a un personaje son denominados «ciclos». A veces transmiten noticias de gran valor histórico pero adolecen de una visión profunda de la historia (falta análisis de tipo social, económico o político), de capacidad para captar la relación «causa-efecto», entre los distintos acontecimientos, les falta, por fin, unidad y continuidad entre ellos. Los rasgos significativos de esta literatura épico-sacral son, por una parte, una tendencia a exagerar datos: los ejércitos son de enormes proporciones, las dificultades son casi insuperables, el botín conquistado al enemigo es inmenso. Por otra, manifiestan una tendencia a introducir hechos prodigiosos; quizá sería más exacto decir que estos autores no conciben que la historia pueda marchar sin una intervención directa de Dios. De hecho, el Señor siempre ocupa el primer plano, por encima del héroe o el protagonista. El «ciclo de Sansón» sigue al episodio mayor de Jefté y a la mención de otros jueces llamados «menores». Su contexto histórico se delimita en los siglos XIII-XII, una época no bien conocida, cuando las tribus de Israel sufren fuertes tensiones de dominio entre ellas y cuando tienen que hacer frente a dos enemigos: la población cananea no conquistada y los filisteos de la costa. Con el «ciclo de Sansón» entran en escena los filisteos y continuarán presentes hasta la monarquía con David.

¿Sansón fue juez de Israel? Si nos atenemos a los datos que aporta la narración, ésta informa al lector en dos «conclusiones»> de que Sansón fue «juez en Israel durante veinte años» No debemos pensar en magistrados, pues en hebreo el verbo «juzgar» (safat) ofrece el sentido fundamental de «restablecer una situación comprometida». Juzgar es el oficio del jefe que conduce al pueblo al combate y lo saca del peligro. Juzgar puede tener asimismo el sentido de «gobernar» y el libro presenta a los jueces como jefes que habrían ejercido sucesivamente su autoridad en todo Israel. Los jueces son gobernadores, líderes politico-religiosos del pueblo en un momento en que las tribus acaban de asentarse, tienen que hacer frente a los enemigos (ciudades-estado cananeas y los poderosos filisteos ), necesitan cohesión interna y están en un proceso de transición natural hacia la etapa monárquica; su desarrollo tuvo lugar entre la muerte de Josué y la juventud de Samuel. Sansón, sin embargo, presenta una serie de características, históricas y literarias, lo suficientemente importantes como para no concederle este titulo de «sofet» (juez de Israel). Desde la crítica histórica podemos notar que a diferencia de otros «jueces» Sansón nunca aparece en la función de gobierno ni impartiendo justicia, sino más bien el texto lo presenta como un héroe guerrero que actúa en solitario contra los filisteos. Esta caracterización marca importantes diferencias entre nuestro personaje y otros como Gedeón o Débora, jueces que van a la guerra al frente de un ejército. Escogido/consagrado por Dios (nazir)Literariamente encontramos una diferencia de relieve. El capítulo introductorio de su ciclo (Jue.13) presenta su nacimiento como extraordinario. La madre es estéril, un ángel de Yahvéh se le aparece, le anuncia el nacimiento del niño y su consagración como nazir del Señor. Sansón es elegido por Dios «desde el seno materno» y es consagrado para salvar a su pueblo de los filisteos (Jue 13,4-5). Tenemos los tres elementos básicos para hablar de una vocación: elección, consagración, misión. No podemos obviar, sin embargo, la diferencia con otros personajes bíblicos, en los que su vocación tiene lugar cuando son adultos y libres ante la llamada. Este aspecto de hombre vocacionado y su nacimiento singular le distingue de todos los demás jueces a la vez que establece cierto paralelismo con otras figuras religiosas de Israel. Su nacimiento excepcional nos hace vislumbrar el destino de Sansón y el origen de su fuerza: es un consagrado a Dios para llevar adelante una misión. La fuerza es una manifestación del Espíritu de Yahvéh en él; no nace de él sino que Sansón actúa movido por el «espíritu de Yahvéh que lo invade». Estamos ante un personaje carismático que pide una interpretación religiosa. NAZIREATO/VOTO: ¿Qué sabemos de la institución del nazireato? El nazir es un personaje carismático, un elegido por Dios que se consagra a El por medio de un voto; se abstiene de beber vino u otra bebida embriagadora, no se corta el pelo y evita las impurezas, entre ellas entrar en contacto con cadáveres; si incumple alguna de estas prescripciones debe renovar el voto. Según la Ley del nazireato (Nm 6,1-21) el compromiso sería temporal, prescribiendo que después de terminarse el tiempo del voto debe ofrecer diversos sacrificios y echar al fuego el pelo cortado de la cabeza. Podemos distinguir una evolución del nazir en la historia del pueblo de Israel. Según los textos más antiguos la finalidad de esta institución sería la de mantener activa la guerra contra los enemigos de Yahvéh. Para el nazireato antiguo no era tan importante el ascetismo frente a los idólatras cananeos cuanto la defensa de los enemigos de Israel. El voto sería perpetuo y su distintivo externo era el de no cortarse el pelo, signo externo de la total consagración de su vida a Dios. El carácter carismático del nazir aparece sobre todo en el hecho de que tales hazañas de guerra son descritas como acciones del espíritu de Yahvéh. Estos hombres consagrados desempeñaron un papel fundamental en la conquista de la tierra, cuando no había un ejército unificado y organizado para la defensa de Israel. Posteriormente, con la aparición de la monarquía y consiguientemente el nacimiento de los ejércitos guiados por el rey, el primitivo carisma nazireo evoluciona hacia nuevas formas. Estas serían más bien de carácter ascético que obedecen a las prescripciones sacerdotales de abstinencia; ahora el nazir es el consagrado a Yahvéh que se opone con su vida a las influencias sincretistas paganas de los pueblos vecinos, tanto fenicios como cananeos. El profeta Amós, en el Reino del Norte, siglo VlIl, denuncia que Israel en su entrega a las religiones vecinas y en el culmen de su depravación, emborracha a los nazireos y prohíbe profetizar al nabi. El pueblo de Dios ha olvidado la alianza y no soporta el testimonio y la palabra de los carismáticos que actúan en nombre del Dios de sus padres. Un consagrado débil, solo e infielDios escribe recto con renglones torcidos. Lo normal habría sido que para llevar adelante la salvación de su pueblo hubiera elegido un personaje fiel, cumplidor, celoso de su misión, que combatiera con su moralidad a prueba de bombas el pecado del pueblo. Nada más ajeno a todo lo dicho. Para el extrañado lector, Sansón es el hombre de las contradicciones: fuerte con el enemigo, prisionero de sus pasiones. De ser el «consagrado de Dios» para salvar del enemigo pasará a ser la humillación y la irrisión de los filisteos cuando le vean tirar de la noria como un animal. Sansón es el hombre vocacionado que se empeña en negar todo lo que es. No deja lugar a Dios en su vida y con su comportamiento destruirá la misión. La debilidad del hombre fuerteEl distintivo propio del personaje es su fuerza sobrehumana: despedaza a un león como se despedaza a un cabrito, rompe las cuerdas que le atan, arranca las puertas de sus quicios... Su fuerza no sólo es brutal, desmedida; es provocativa al robar las puertas de la ciudad enemiga donde se ha acostado con una prostituta; es vengativa cuando quema las mieses filisteas; es sanguinaria cuando se cobra el haber sido maniatado con la muerte de mil hombres. Sin embargo, a la vez, el autor bíblico nos lo presenta como el hombre débil, seducido, engañado y utilizado. Retadora y vanidosamente ha alardeado de su libertad y su fuerza ante los enemigos de Israel manteniendo oculta su verdad más profunda, que la fuerza no es suya sino de Dios. Es significativo que en el abandono total, a causa de su pecado, la fuerza bruta le lleva a ser utilizado como un animal. La esclavitud en la prisión, con los ojos vaciados, moviendo el molino lo humilla aún más por ser este un trabajo propio de animales o esclavos, nunca de hombres libres. El hombre temido pasa a ser objeto de burla. La soledad del consagrado Sansón sufre la soledad del segregado. Es un hombre privilegiado desde su nacimiento, apartado de los ritmos normales de la vida de los hombres para vivir consagrado como nazir. Distinto a los demás se moverá durante toda su vida entre la incomprensión de los hombres de su tribu, Dan, y la enemistad de los filisteos. Sin embargo, Sansón no aparece en el relato como un hombre tímido o apocado. Su osadía va lejos enamorándose de una hija de los filisteos «que por aquella época dominaban en Israel» (Jue 14,4). Parece que en la lejanía tiene que encontrar la compañía que le niegan «las hijas de sus hermanos». En un drama de acción rápida se sucede la boda con la filistea, el enigma provocativo a los mozos del poblado, la insistencia de la joven esposa que al final traiciona a Sansón desvelando el acertijo a los suyos; luego la venganza de Sansón, la pérdida humillante de la esposa, el incendio de la casa de la esposa por parte de su propia gente, la huida de Sansón a la caverna y la entrega a los enemigos por su propio pueblo: «hemos bajado a prenderte para entregarte en manos de los filisteos», (Jue 14,1-15,13). La soledad de Sansón tiene una triple componente: sabe que sólo pertenece a Dios, el abandonado de su pueblo y el odio que busca venganza de sus enemigos. El elegido infiel DALILA/SANSÓN: Sansón dista mucho de servir como modelo para nadie, menos como persona consagrada. Su talante violento e impulsivo, caprichoso e infiel parece más preocupado en dar rienda suelta a sus instintos y solucionar sus «asuntos» con los enemigos de la costa que ser fiel a su vocación. Su infidelidad es un querer hacer su vida al margen de la misión que Dios le ha encomendado. La confesión a Dalila «la navaja no ha pasado por mi cabeza porque soy nazir desde el vientre de mi madre. Si me rasuraran mi fuerza se retiraría de mí, me debilitaría y sería como un hombre cualquiera» (Jue 16,17) es el acto de claudicación. El corte del pelo adquiere toda una significación simbólica porque es la renuncia de Sansón a lo que es, un consagrado. Son tres las mujeres que aparecen en el relato, todas filisteas, y con tres funciones distintas. La primera es su mujer, que le abandona y provoca la ira incontenible del héroe; la segunda es una prostituta de Gaza en el episodio que acaba arrancando las puertas de la ciudad; la tercera es coprotagonista en los versículos sucesivos. Dalila juega bien su papel de «seductora» aprovechándose del corazón enamoradizo de un hombre forzudo pero sin afecto. Un hombre que guarda su secreto más precioso, una cabellera que sobrepasa lo simbólico porque es su misma identidad; una mujer que descubre la debilidad del héroe que tiene en sus brazos. Dalila triunfante, con los mechones de la cabellera del nazir en su mano, es la imagen expresiva de la debilidad y de la infidelidad humana. Sansón ha olvidado quién es y para qué fue consagrado. Su vida da un giro tenebroso: pasa de ser el elegido desde el vientre materno para liberar a su pueblo dando gloria a Dios, a ser el signo palpable del triunfo de los opresores y de su ídolo Dagón. ¿Cabe paradoja más sangrante? Sansón toca con los dedos el fracaso total de su misión y de su vida. ¿Es el triunfo del ídolo sobre el Dios de la alianza? «Los jefes de los filisteos decían: nuestro dios nos ha entregado a Sansón nuestro enemigo» (Jue 16,23). El Dios de Sansón Unos versículos antes de acabar el relato encontramos una clave indispensable para comprenderlo. Es la primera parte de la oración de Sansón: «Señor mío Yahvéh, acuérdate, por favor, de mí» (Jue 16,28) . El Dios que nunca abandonaLa historia de las desgracias y de los pequeños éxitos de Israel frente a los poderosos filisteos es la historia de las infidelidades de Israel y de sus conversiones al Dios de la Alianza. Yahvéh ha revelado a su pueblo su corazón y sus exigencias y el pueblo de Israel debe guardar los mandamientos de Dios, ser fiel a la alianza y no abandonarlo por otros dioses porque es una prostitución. Los israelitas una y otra vez por su infidelidad se ven entregados a sus enemigos. Es una constante a lo largo de este libro; pero Yahvéh, Dios <>, escucha el clamor de los oprimidos y recuerda la alianza que hizo con sus padres. Es conveniente que centremos el relato de Sansón en su contexto literario natural. El capítulo segundo del libro de los Jueces (2,11-19) ofrece unas claves teológicas deuteronomistas interpretativas de los capítulos que siguen. Los israelitas conocen repetidamente la opresión de sus enemigos (cananeos, fereceos, filisteos) porque abandonan a Yahvéh por los dioses cananeos; Yahvéh, conmovido por sus gemidos, les envía jueces para liberarlos; pero, una vez muerto el juez, recaen y hacen cosas peores. Más allá de una finalidad histórica estos relatos populares contienen una clara intención religiosa. La estructura del libro descubre una serie de fórmulas estereotipadas que se repiten antes de cada uno de los jueces mayores: —«Los hijos de Israel hicieron lo que es malo a los ojos de Yahvéh»—«Abandonaron a Yahvéh y sirvieron a los baales y a las astartes» —«él entregó (o vendió) en manos de (tal enemigo)»—«los hijos de Israel clamaron a Yahvéh»—«Yahvéh les suscitó jueces» o un «libertador»—«el enemigo fue humillado bajo la mano de los hijos de Israel» o «el país estuvo en reposo X años» El pecado acarrea el castigo mediante la opresión extranjera, pero Yahvéh responde al arrepentimiento con el envío de un libertador. Esta «enseñanza marco» confiere cierta unidad a una serie de relatos por lo demás muy diferentes en el estilo y por la mentalidad. La historia de Sansón es la historia del pueblo. Su pecado le acarrea su propia ruina pero Dios se va a servir de la debilidad de su consagrado para manifestar su perdón, su paciencia y su gracia. Sansón derrotado invoca desde su total pobreza al Dios de sus padres. Dios se acuerda de los suyosTodo parece una broma de mal gusto preparada por un Dios que elige y luego abandona en la soledad. ¿Acaso es un guiño cruel de Dios que se mofa de Israel enviándole «salvadores incapaces»? Sin embargo, en realidad, el que ha abandonado una y otra vez ha sido el hombre-Sansón, en su autosuficiencia y vanidad, no Yahvéh que le eligió. El pecado de Sansón es el olvido de Dios en quien y por quien es realmente fuerte y poderoso. Sansón es fuerte para cumplir una misión y por ser un nazir; Sansón había olvidado que en sus actuaciones «el espíritu de Yahvéh se apodera de él». Una vez más la salvación viene por el «recuerdo»: «Señor, acuérdate de mi» (Jue 16,28). El verbo zakar «recordar», «acordarse de», tiene un significado teológico que se refiere, bien a la relación entre Yahvéh e Israel, bien entre Yahvéh y cada israelita en particular. La expresión «Dios se acuerda» designa la intervención de Dios que acude a ayudar al hombre. Desde tiempos antiguos la Biblia conoce también el uso del imperativo de este verbo como oración: «acuérdate, Señor». El recuerdo de Dios lleva consigo la intervención salvadora en favor del orante. En la oración Sansón recobra su fuerza porque ha vuelto a su verdadero origen, Dios, y ha recuperado su verdad. A Sansón le crece el pelo (Jue 16, 21 -22) y con él la conciencia que nunca debió perder. El hombre Sansón sólo se encuentra a sí mismo en la soledad del abandono, por doloroso que parezca. El fracaso aparente del prisionero abatido, cegado, son anuncio de una luz y una fuerza insospechadas. Ahora no es el superhombre confiado en sus fuerzas que desprecia a su Señor sino que, por el contrario, es el signo vivo de la fuerza de un Dios cercano y liberador. Sansón no es un «santo de peana», sino un hombre frágil e ingenuo, débil y quebradizo como un niño que sólo en el Señor encuentra su fuerza.
Su Historia esta en la biblia en el libro de Jueces del capitulo 13:1 al 16:31
BIOGRAFÍA
SU NOMBRE Según la Biblia (Reina Valera de 1960), (Jueces 13:24 Cf. Heb 11.32). El nombre Sansón se deriva de la palabra hebrea Shemesh (sumerio Shamash), que significa sol y que aparece con frecuencia en los nombres propios de los pueblos semitas. A 3 km al sur de Zora, el pueblo natal de Sansón (Jue 13.2), se encontraba la ciudad de Bet-Shemesh, casa del sol.

domingo, 2 de agosto de 2009

JESUCRISTO AMOR Y FORTALEZA

YO SOY LA FUERZA
" TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE "
Esto es un eslogan de fe. Pero también es una frase sacada de la “Carta a los Filipenses”, capítulo 4, versículo 13. Y si analizamos cada palabra veremos la extraordinaria dimensión del significado espiritual que conlleva. Veamos: la palabra ‘todo’ abarca una totalidad, de ninguna manera nada se escapa a esta palabra. La usamos para referirnos a un todo cuando no hay nada fuera de esto. Pues cuando decimos “Todo lo puedo” significa que no existe nada en la vida que no logremos con el inmenso amor de Cristo. Cuando seguimos hurgando a través del profundo significado entendemos que “lo puedo” es que vale la pena saber que nada en este mundo terrenal es imposible cuando tenemos la gracia de nuestro Jesús. No hay tempestad que no podamos atravesar, no hay obstáculo de acero que no podamos derribar, no hay enfermedad que no podamos vencer, no hay enemigos que no podamos destruir. Porque como reza la frase: “Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece”. Es claro que somos más que vencedores en la batalla campal que existe en cada una de nuestras vidas. Cuando estamos centrados en el amor inmenso de Cristo, no hay trama, ni traición, ni emboscada que nos haga sucumbir. No importa la clase de situaciones en que estemos envueltos, porque la protección divina está alerta no solo para salvarnos de las intrigas del enemigo, sino para sacarnos victoriosos y eufóricos de cualquier situación extraña y adversa a los ojos del Altísimo. Alcemos nuestros ojos al cielo y elevemos este eslogan de fe en cada momento de nuestras vidas. Cuando estemos acechados por el enemigo, y cuando nos estén colocando la medalla de la victoria. En el momento de arrancar en la carrera, en el instante que el enemigo amague con colocar el pie para que caigamos en medio del camino, al levantarnos y atravesar la línea de la victoria. En todas y cada un de las circunstancias elevemos este hermoso eslogan de nuestro Dios y contaremos en todo momento con la hermosa ayuda invencible de nuestro Dios.
¿Quien le puede ganar a Cristo?Vamos, empecemos a musitar en cualquier situación: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” y “Nada es imposible para el que tiene fe” y saldremos victoriosos en la batalla de la vida.

sábado, 1 de agosto de 2009

EL BUEN SAMARITANO


El Buen Samaritano


Y he aquí, cierto maestro de la ley se levantó para probarle, diciendo: —Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna?
Y él le dijo: —¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
El le respondió diciendo: —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Le dijo: —Has respondido bien. Haz esto y vivirás.
Pero él, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo?
Respondiendo Jesús dijo: —Cierto hombre descendía de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de ladrones, quienes le despojaron de su ropa, le hirieron y se fueron, dejándole medio muerto.
Por casualidad, descendía cierto sacerdote por aquel camino; y al verle, pasó de largo.
De igual manera, un levita también llegó al lugar; y al ir y verle, pasó de largo.
Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó cerca de él; y al verle, fue movido a misericordia.
Acercándose a él, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino. Y poniéndole sobre su propia cabalgadura, le llevó a un mesón y cuidó de él.
Al día siguiente, sacó dos denarios y los dio al mesonero diciéndole: “Cuídamelo, y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando vuelva.”
¿Cuál de estos tres te parece haber sido el prójimo de aquel que cayó en manos de ladrones?
El dijo: —El que hizo misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: —Vé y haz tú lo mismo.


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