lunes, 17 de agosto de 2009

EL SEMBRADOR


LA PARABOLA DEL SEMBRADOR


En aquel tiempo, como una numerosa muchedumbre se reunía, y que de todas las ciudades venían a Jesús, dijo en parábola: "El sembrador salió para sembrar su simiente. Y al esparcirla, una parte cayó a la orilla del camino; y fue pisoteada, y los pájaros del cielo la comieron. Y otra cayó sobre un pedregal; y luego que nació, se secó por falta de humedad. Otra cayó en medio de las espinas; y las espinas que crecieron con ella la sofocaron. Otra cayó en la buena tierra; y, cuando nació, dio fruta a ciento por uno. Dicho esto, comenzó a gritar: "Quien tenga oídos para escuchar, atienda"
Sus discípulos le preguntaron entonces lo que significaba esta parábola. Les dijo: "A vosotros, es dado conocer el misterio del Reino de Dios; a los demás, es dado en parábolas, de modo que: viendo, no vean y oyendo, no entiendan. He aquí, pues, lo que significa la parábola: La semilla es la Palabra de Dios. Los que están a orilla del camino, son los que la oyen; A continuación viene el diablo, y arranca de su corazón la Palabra para impedir que crean y estén salvados. Los que están sobre la piedra, son los que, cuando oyen, reciben la Palabra con alegría; pero aquellos no tienen raíces; creen para un tiempo y, en el tiempo de la tentación, retroceden. La semilla que cae entre las espinas, son los que oyen la divina palabra; Pero, en el camino, están sofocados por los cuidados, las riquezas, y los deleites de la vida, y no llegan a madurez. Y en la que cae en la buena tierra, son los que, oyendo la Palabra en un corazón bueno y excelente, la conservan y producen fruta en la perseverancia."
San Lucas, 8:4-15

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