Me preguntaba mil veces sin respuesta por qué mi cruz doblaba mis espaldas.
Hablé con Dios mirando las estrellas, y sollozando dije: -"Es muy pesada".
Dios me hizo ver con toda su paciencia cuánto y por qué, equivocado estaba;
y poco a poco empecé a darme cuenta, de que mi cruz tornábase liviana.
Ví pasar miseria tan inmensa colgada en los harapos de una anciana.
Ví a un joven muriendo de tristeza por una enfermedad que lo acosaba.
Una madre con toda su entereza, a su hijito con dolor sepultaba.
Luego miré mis manos ... vivas, bellas, sobre ellas una cruz se destacaba.
De pronto dijo Dios: "Dí cuánto pesa" y yo le dije: "Señor... no pesa nada".
Ante los problemas de la vida, cualquiera que sea tu problema o tu dolor,
no debes olvidar mirar a tu alrededor y ver las cosas con que se enfrentan los demás... y en ese momento sentirás que tu cruz no es tan pesada... Conserva la fé, la esperanza... Dios está a tu lado siempre...
Dice el Señor Jesús:
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga ~S: Mateo 11: 28-30~
Que la fortaleza de Dios y el consuelo de su Santo Espíritu te haga una persona victoriosa sobre todas las adversidades.
La Cruz, es el precio del perdón.
El cristiano que ama la cruz encuentra que aún las cosas más amargas que vienen a su vida son dulces.
El cristiano que ama la cruz encuentra que aún las cosas más amargas que vienen a su vida son dulces.
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