martes, 15 de noviembre de 2011

RESIGNACIÓN



Hoy me asolaron las puertas intrigantes del deseo
abiertas como rosas a la luz de mi velada,
y me detuve al pie de una duda sigilosa
pensando en ti, pensando la ventana, pensando el tiempo.

Anduve como un poeta develando la cadencia;
palabras, palabras tengo para echarlas a volar
sobre tu cielo clareado por las espumas del mar
que espera cual testigo en el cristal de tu ausencia .

Busco decir tu nombre, pero hoy no lo recuerdo,
sólo tengo un aliento errante para poderte nombrar;
no contestas mi llamado ni a mirar te asomas
las noches que me gastado en el acto de morir.

Tu existencia es una suerte de silencio nocturnal
una excusa del sendero, una estela en la ciudad
donde rumbos sediciosos confabulan el destino
de unos vientos que no llegan y que ya no llegarán.

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