viernes, 17 de julio de 2009

EZEQUIEL 34: 1 - 31

EZEQUIEL 34

Oráculo contra los pastores de Israel
34:1 La palabra del Señor me llegó en estos términos:
34:2 ¡Profetiza, hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel! Tú dirás a esos pastores: Así habla el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben apacentar el rebaño?
34:3 Pero ustedes se alimentan con la leche, se visten con la lana, sacrifican a las ovejas más gordas, y no apacientan el rebaño.
34:4 No han fortalecido a la oveja débil, no han curado a la enferma, no han vendado a la herida, no han hecho volver a la descarriada, ni han buscado a la que estaba perdida. Al contrario, las han dominado con rigor y crueldad.
34:5 Ellas se han dispersado por falta de pastor, y se han convertido en presa de todas las bestias salvajes. Mis ovejas se han dispersado,
34:6 y andan errantes por todas las montañas y por todas las colinas elevadas. ¡Mis ovejas están dispersas por toda la tierra, y nadie se ocupa de ellas ni trata de buscarlas!
34:7 Por eso, pastores, oigan la palabra del Señor.
34:8 Lo juro por mi vida —oráculo del Señor—: Porque mis ovejas han sido expuestas a la depredación y se han convertido en presa de todas las fieras salvajes por falta de pastor; porque mis pastores no cuidan a mis ovejas; porque ellos se apacientan a sí mismos, y no a mis ovejas;
34:9 por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor:
34:10 Así habla el Señor: Aquí estoy yo contra los pastores. Yo buscaré a mis ovejas para quitárselas de sus manos, y no les dejaré apacentar mi rebaño. Así los pastores no se apacentarán más a sí mismos. Arrancaré a las ovejas de su boca, y nunca más ellas serán su presa.
34:11 Porque así habla el Señor: ¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me ocuparé de él.
34:12 Como el pastor se ocupa de su rebaño cuando está en medio de sus ovejas dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las libraré de todos los lugares donde se habían dispersado, en un día de nubes y tinieblas.
34:13 Las sacaré de entre los pueblos, las reuniré de entre las naciones, las traeré a su propio suelo y las apacentaré sobre las montañas de Israel, en los cauces de los torrentes y en todos los poblados del país.
34:14 Las apacentaré en buenos pastizales y su lugar de pastoreo estará en las montañas altas de Israel. Allí descansarán en un buen lugar de pastoreo, y se alimentarán con ricos pastos sobre las montañas de Israel.
34:15 Yo mismo apacentaré a mis ovejas y las llevaré a descansar —oráculo del Señor—.
34:16 Buscaré a la oveja perdida, haré volver a la descarriada, vendaré a la herida y curaré a la enferma, pero exterminaré a la que está gorda y robusta. Yo las apacentaré con justicia.
El juicio sobre las ovejas
34:17 En cuanto a ustedes, ovejas de mi rebaño, así habla el Señor: Yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carneros y chivos.
34:18 ¿No les basta con apacentarse en buenos pastizales, que pisotean el resto del pasto? ¿No les basta con beber agua limpia, que enturbian el resto con sus pies?
34:19 ¡Así mis ovejas tienen que comer lo que ustedes han pisoteado, y tienen que beber lo que ustedes han enturbiado con sus pies!
34:20 Por eso, así les habla el Señor: Yo mismo voy a juzgar entre la oveja gorda y la oveja flaca.
34:21 Porque ustedes han empujado con el costado y con la espalda, y han atacado con los cuernos a las más débiles hasta dispersarlas fuera del pastizal, 34:22 yo acudiré en auxilio de mis ovejas y ellas no estarán más expuestas a la depredación: yo juzgaré entre oveja y oveja.
34:23 Suscitaré al frente de ellas a un solo pastor, a mi servidor David, y él las apacentará: las apacentará y será su pastor.
34:24 Yo, el Señor, seré su Dios, y mi servidor David será príncipe en medio de ellas. Yo, el Señor, he hablado.
La restauración del pueblo de Israel
34:25 Yo estableceré para ellos una alianza de paz y haré desaparecer del país a las bestias feroces. Ellos habitarán seguros en el desierto y dormirán en los bosques.
34:26 Haré que ellos y los alrededores de mi colina sean una bendición, y haré caer la lluvia a su debido tiempo, una lluvia de bendición.
34:27 Los árboles del campo darán sus frutos y la tierra dará sus productos, y ellos vivirán seguros en su propio suelo. Y cuando rompa las barras de su yugo y los libre de las manos de los que los tienen esclavizados, sabrán que yo soy el Señor.
34:28 Ya no serán presa de las naciones ni los devorarán las bestias salvajes. Vivirán seguros, sin que nada los perturbe.
34:29 Y haré brotar para ellos una plantación famosa: no habrá más víctimas del hambre en el país ni tendrán que soportar los insultos de las naciones.
34:30 Así sabrán que yo, el Señor, estoy con ellos, y que ellos son mi Pueblo, la casa de Israel —oráculo del Señor—.
34:31 Ustedes, mis ovejas, son el rebaño humano que yo apaciento, y yo soy su Dios —oráculo del Señor—

1 comentario:

  1. El SEÑOR es mi Pastor y nada me falta. En verdes praderas me hace recostar; me conduces a fuentes puras, tranquilas y cristalinas y repara mis fuerzas. Aunque me pierda y camine por cañadas oscuras y tenebrosas, nada temo, porque TÚ estás conmigo, tu vara y tu callado me sosiegan y tranquiliza.
    Preparas una mesa delante de mis enemigos; me unge la cabeza con perfumes y mi copa reboza. Tu Bondad y Misericordia me acompañaran todos los días de mi vida, y habitaré en la Casa del PADRE por todos los días de mi vida.
    Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.

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